Entusiasta Delegación de nuestra Red en Inicio Año Pastoral de la Iglesia de Santiago y del Jubileo de la Esperanza
Lunes 17 de Marzo, 2025
Concurrieron representantes de todos los establecimientos y de la administración central, encabezados por director ejecutivo, don Julio Bascuñán, y de rectoras y rectores.

A las nueve de la mañana del sábado 15 de marzo,  en el estadio Marista, ubicado en avenida Portales frente a la Quinta Normal, se inició el acto litúrgico de inicio del Año Pastoral de la Iglesia de Santiago y del Jubileo de la Esperanza, convocado por el Papa Francisco. Posteriormente,  los más de tres mil asistentes peregrinaron hasta el templo jubilar Santuario de Lourdes, culminando con la celebración de la Santa Misa, presidida por el Cardenal Fernando Chomalí.

Entre los asistentes destacó una entusiasta delegación de la Red Educacional Santo Tomás de Aquino, encabezada por el director ejecutivo de la institución, don Julio Bascuñán; e integrada por rectoras, rectores,  estudiantes, profesores, directores de pastoral,   padres, apoderados,  y colaboradores de la administración central.

El encuentro estuvo marcado por momentos de oración, catequesis y una peregrinación cargada de simbolismo, donde los participantes recordaron que su labor es llevar esperanza y luz en medio de los desafíos del mundo actual.

En su intervención, el Cardenal Chomalí destacó la importancia de la evangelización como un servicio esencial: "Anunciar a Jesucristo es el mejor servicio que podemos hacerle a la humanidad, porque cielo y tierra pasarán, pero su palabra no pasará".

En su mensaje, el Arzobispo de Santiago enfatizó tres ideas claves para los agentes evangelizadores: "El amor de Dios por nosotros es infinito. Dios nos ama  y se entregó por nosotros. No tenemos espacio para el pesimismo y la tristeza, porque aunque la vida tenga dificultades, Dios es más grande que ellas". En segundo lugar, "que el jubileo nos ayude a cambiar de vida, a pesar de las situaciones que nos oprimen a aquellas que nos liberan para amar, que es nuestra vocación fundamental". Y, por último, recordó que "cielo y tierra pasarán, pero la palabra de Dios no pasará, porque Él nos prometió estar con nosotros hasta el fin de los tiempos".

Uno de los momentos más significativos fue la reflexión sobre la misión evangelizadora en la sociedad actual. "No podemos mirar a Chile desde un balcón, cada uno de nosotros es responsable de su país. Nos corresponde sembrar esperanza donde hay desesperanza, amor donde hay odio", enfatizó el Cardenal en su mensaje.

El Jubileo concluyó con la celebración de la Santa Misa, en la Gruta de Lourdes,  en la que se destacó que "Jesucristo nos dice que tenemos que compartir. El mundo nos dice que busquemos los primeros lugares, pero el Señor nos llama a buscar los últimos. Nosotros, los evangelizadores, estamos llamados a dar frutos en abundancia, el fruto de la misericordia, de trabajar por la justicia y de ser forjadores de la paz". También se recordó el mandamiento del amor: "Nuestra comunidad no es la comunidad de los buenos, sino de los necesitados de Dios, de los que creemos más en la fuerza de Dios que en la nuestra".

 

Fuente Área de Comunicaciones Red Educación Santo Tomás de Aquino, Comunicaciones Arzobispado de Santiago