Camila Serrano García, profesora jefe del Primero Básico B del colegio Santa Marta y ex alumna de este establecimiento, formó parte de los más de 600 jóvenes chilenos que llegaron hasta la lejana ciudad de Cracovia, en Polonia, para participar en la Jornada Mundial de la Juventud. En el encuentro tomaron parte dos millones de muchachos y muchachas de todo el mundo, a quienes el Papa Francisco los exhortó a ser fieles seguidores de Jesús.
¿Qué te motivó a participar?
Principalmente fueron dos las ideas que me motivaron, Primero, el querer vivir una experiencia de encuentro con el Señor, tanto personal como con otros y segundo, el hecho de ir en representación de Santa Marta, llevar el nombre y la bandera.
¿Cómo describirías esta experiencia?
Santa Faustina, es la primera santa polaca. Ella sintió la presencia y compañía del Señor desde muy pequeña y escribió esta experiencia (de su encuentro con Jesús) en diferentes diarios de vida. En uno de ellos, Santa Faustina explica que no existen palabras para describir el momento en que se siente la presencia o compañía del Señor. Explico esto porque me pasa algo similar. Si me pides que describa la experiencia de participar en JMJ no puedo. Aún no encuentro las palabras o la forma de explicar qué se siente.
¿Cómo influyó tu formación en el colegio para participar en esta actividad?
Fui delegada de Pastoral desde cuarto básico, participé en varios encuentros Dehonianos (Congregación religiosa a la que pertenecía el colegio en sus inicios). Cuando salí de octavo gané el premio Santa Marta. Todas esas cosas me enseñaron a vivir la fe y fueron el punto de inicio a lo que soy ahora.
¿Qué les dirías a los jóvenes sobre el participar en este tipo de encuentro?
El Papa Francisco dijo: "Cuando Dios toca el hombro de un joven, pueden pasar cosas maravillosas" y que "estamos llamados a jugar de titulares y no de suplentes". Le diría a los jóvenes, que se den el tiempo de sentir la mano de Dios en el hombro, de sentir y aceptar esa energía que los guía. También como dijo el Papa, ponerse la camiseta y hacer viva la fe, no esperar a que lo haga otro. Vivirla en todos los momentos de la vida, no solo cuando vamos a Misa.
¿Cuál fue tu mayor dificultad?
La mayor dificultad fue lograr canjear los tickets de comida que venían en el kit del peregrino. Hay que pensar que éramos dos millones de peregrinos y los lugares donde se podían canjear los tickets se hacían nada. Pocos lugares y esperas de hasta 2 horas para poder comer. Yo, preferí pagar y comer en McDonals ( BigMag $1700). Al final terminé canjeando mis vales por bebidas y helados que era más rápido.
¿Alguna anécdota?
El idioma polaco es imposible de pronunciar. Nunca aprendía a decir el nombre del pueblo donde vivía. Una noche tuvimos que volver en taxi y para poder explicarle al chofer dónde vivíamos le tuvimos que mostrar nuestras credenciales, el problema fue que con las lluvias estaban un poco borradas. Menos mal nos logró entender entre señas y monosílabos.
¿Cómo estamos para Panamá próxima sede del próximo encuentro mundial?
Para Panamá 2019 con todas las ganas de participar y de motivar desde ya a los jóvenes a vivir esta experiencia.
Fuente: Anita Soriano, Encargada de Comunicaciones Colegio Santa Marta