La ceremonia fue presidida por el Arzobispo de Santiago junto con el Nuncio Apostólico Ivo Scapolo, obispos auxiliares, sacerdotes, diáconos y una multitud de personas provenientes de diversas partes de la capital. La procesión inició con una misa en la Iglesia San Francisco para luego caminar por las calles del centro de la capital hasta llegar a la Catedral de Santiago, donde se realizó la adoración al Santísimo Sacramento.
La peregrinación entre los dos templos íconos de la ciudad, estuvo marcada por las hermosas alfombras decorativas que realizaron los alumnos de más de 20 colegios de diversos lugares de Santiago. Por ellas pasó el "Cuerpo de Cristo", llamando la atención de los transeúntes que se sumaron espontáneamente a la celebración.
“En la fiesta del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, nos reúnimos como Iglesia diocesana para celebrar el misterio de nuestra fe, el misterio de la presencia real de Jesucristo el Señor en la Santa Eucarística. Al mismo tiempo nos reunimos para proclamar por las calles de nuestra cuidad que Jesucristo es el pan de vida, aquel que ha venido a traernos vida, vida abundante”, dijo el pastor de la Iglesia de Santiago en su homilía.
Además agregó que: “Jesús ha querido quedarse con nosotros para siempre. Inmolado en la Cruz, resucita y nos promete que permanecerá siempre con nosotros hasta el final de los tiempos. Y los tiempos podrán ser difíciles, podrán ser oscuros, pero nunca el Señor Jesús nos abandonará".
fuente iglesia de Santiago