Es un proceso de participación de carácter nacional y voluntario que apunta a rescatar la opinión de niños, niñas y adolescentes. Este proceso está diseñado por el Consejo Nacional de la Infancia en coordinación con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el Ministerio de Educación, la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI) y la Fundación Integra. Colaboran además el Ministerio de Desarrollo Social, la Unicef y la OEI.
Este proceso se enmarca en dos compromisos del Estado de Chile. Por un lado, Chile se comprometió con el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas para hacer efectiva la participación de los menores de 18 años, y por otro lado, con la Asamblea General de las Naciones Unidas para dar cumplimiento a la Agenda 2030 de transformar el mundo hacia un Desarrollo Sostenible.